Despues de un largo caminar por el  tiempo la eternidad habia presagiado su destino, con la paciencia  que lo caracterizo el universo concluyo su formación.


Una vez mas todo continuó, lo que una vez comenzó una vez terminó para comenzar otra vez.

El universo escribió su destino y las horas se acercaban para empezar de nuevo otra vez.


Nuestro sol, majestuoso e imponente convertido en una nebulosa de gases habia esperado 3.871.210.529.000 años desde que implosionó su última vez y desde aquella implosión tuvo que esperar que los demás soles de nuestro universo implosionaran como él, pero tenían que transcurrir un total de 3.871.210.529.000 años solares.

El tiempo pasaba y transcurria, nuestro sol que se habia ya formado ahora estaba convertido en una gigantesca nebulosa de gases y habia esperado su tiempo pasar, 6.316.185.600.000 años para que implosionara y ya convertido en una gigante bola de gases cuyo perimetro superficial era de 498.867.037.300.000.000 kms^3, en ella, en la nebulosa no habia ni frio ni calor estaba en su temperatura neutral y esperando y esperando el tiempo nunca llegaba.

 
Con el transcurrir de los tiempos,